La combinación perfecta entre dos formas artísticas es el momento mágico donde todas las novias ponen sus ojos al elegir su vestido de novia, y es que el diseño de moda, así como la arquitectura tienen el objetivo de jugar con las formas y crear belleza. Las curvas, el volumen, la necesidad de crear belleza y más para un día tan especial es donde se topan de frente para trazar un camino para retroalimentarse.
Nos encontramos en un punto en el que los diseñadores de moda crean diseños arquitectónicos y arquitectos diseñan edificios fluidos. Dos conceptos que se intercambian, buscando esa conexión e inspiración traspasando lo que, convencionalmente, era del otro. La moda y la arquitectura han tenido también como objetivo principal proteger al ser humano. Ese ha sido su fin esencial, hasta que nuevos diseños demuestran poder ir más allá de lo funcional.
No se puede hablar de arquitectura y moda sin mencionar al "arquitecto de la Alta Costura": Balenciaga. El diseñador español tenía una obsesión especial con el volumen creando formas que construían el cuerpo de la mujer. Incluso muchos de sus diseños pueden sostenerse por sí mismos como si de esculturas se tratase.
El vestido de novia de la colección otoño-invierno 1998 de Yohji Yamamoto & instalación de los arquitectos japoneses Sanaa (Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa) en la Serpentine Gallery de Londres en 2009.
Vestido de 2009 de Alexandra Verschueren, licenciada de la Royal Academy of Fine Arts de Amberes & Ayuntamiento de Helsinki, de Alvar Aalto.
Alexander McQueen e Iris Van Herpen (sus zapatos en la foto de portada) no podían faltar a la hora de hablar de diseños arquitectónicos, pues sus diseños inimaginables nos sorprenden continuamente, incorporando nuevas técnicas como la impresión 3D que hace posibles creaciones con volúmenes tan especiales que son verdaderas esculturas. Cualquier arquitecto puede ver en ellas nuevos patrones e inspiración para seguir.
Los edificios más reconocidos a nivel mundial han servido también de inspiración en el diseño de nuevos patrones como los vestidos de novia de Viktor & Rolf en la colección Primavera 2010 Ready-to-Wear donde podíamos encontrar referencias arquitectónicas tan prestigiosas como Sydney Opera House del Pritzker de 2003 Jørn Utzon.
Karlie Kloss con un diseño de Viktor & Rolf en 2010 donde se aprecia la inspiración del Sydney Opera House.
No es de extrañar que muchos diseñadores de moda reconocidos internacionalmente vengan del mundo de la arquitectura, como es el caso del diseñador Josep Font quien estudió Arquitectura , Moda y Patronaje , deja muy clara su inspiración en cada diseño de Delpozo donde el espacio y el movimiento son clave. Paco Rabanne estudió arquitectura en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París, así como Gianni Versace, Balmain, Tom Ford, Cardin o Gianfranco Ferré quienes también tuvieron una base académica en arquitectura y supieron trasladarlo con celebridad al mundo de la moda. Este camino de doble sentido nos lleva a encontramos con arquitectos tan legendarios como Zaha Hadid, Frank Gehry y Philip Beesley en el mundo de la moda diseñando zapatos, bolsos, joyas y colaborando en colecciones completas.
Este vínculo inquebrantable entre la moda y la arquitectura se ha visto representado no sólo en forma de inspiración, sino también en los diseños de las tiendas físicas. Las firmas de moda más exclusivas han contado con los arquitectos e interioristas más destacados para desarrollar sus espacios. Un ejemplo claro es el edificio de Dior encargado a Christian de Portzamparc en Seoul o el mítico Pabellón de Arte Móvil de Zaha Hadid para Chanel.
También la escenografía de los desfiles ha sido clave en esta unión, como la puesta en escena para el desfile primavera/verano 2012 del diseñador Karl Largerfeld que estaba inspirada en el pabellón de la ganadora del Pritzker, Zaha Hadid. También las grandes firmas de moda han elegido en distintas ocasiones edificios reconocidos donde hacer desfilar sus colecciones como Dior Cruise 2016 en Le Palais Bulles, una exclusiva propiedad en Cannes con un marcado espíritu sixties, o Louis Vuitton en el Museo de Arte Contemporáneo de Niteroi, obra del arquitecto Oscar Niemeyer.
En definitiva, los diseñadores de ambos mundos tienen una continua obsesión por el volumen representado en sus creaciones que rozan lo poético, sin perder de vista la funcionalidad.
En el caso romántico de las novias contemporáneas uno de los exponentes es Ángel Sánchez es un referente de la moda nupcial estadounidense.
Sánchez, conocido también como el arquitecto de las novias, presentó Rose Mist en 2018, "una colección inspirada en los años 50, muy a lo Audrey Hepburn", en la Barcelona Bridal Night, la fiesta oficial del salón, que tuvo lugar en el Palau de Pedralbes la noche del miércoles. Asistieron, entre otros, Manuela Velasco, Macarena Gómez, Carla Pereyra, Helen Lindes y Rafael Amargo.
Ha vestido a celebridades de la talla de Sandra Bullock, Eva Longoria, Meryl Streep, Taylor Swift Y Tatiana de Grecia, entre otras.
Roberto Álvarez con una trayectoria con más de 40 años, pasando de generación en generación ha revivido las tendencias desde lo más sencillo hasta lo más sofisticado, desde el diseño hasta la elaboración artesanal de sus vestidos involucra una simetría perfecta entre los volúmenes y buen gusto, buscando siempre la proporción entre sus novias modelos, tal como en la Arquitectura.
La Arquitectura y la Moda, más en el ramo nupcial, están relacionadas con la perfecta armonía de cuidar cada detalle para construir un verdadero monumento.
Y como dijo Coco Chanel: “La moda es arquitectura: Es una cuestión de proporciones”.
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By Pharelli Events / Adrián Pedraza
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